El Gobierno de Navarra y la Fundación Tomás y Lydia Recari García han concedido el cuarto Premio a la Innovación Social en los Servicios Sociales a la Asociacion de Personas con Discapacidad de la Ribera AMIMET, por su proyecto “Campo de Colores” de acompañamiento a un centenar de personas con enfermedad mental de Arguedas, Buñuel, Castejón, Fustiñana, Murchante, Ribaforada y Tudela.
Con esta iniciativa, desarrollada durante este año por AMIMET con un presupuesto de 82.000 euros, se han impulsado en cada localidad “rincones de bienestar” con plantas, flores y citas inspiradoras elegidas por la ciudadanía para el bienestar emocional. Las personas con enfermedad mental han participado en una experiencia terapéutica diferente, alejada de la centrada en el tratamiento farmacológico. Es más, no ha sido percibida mayoritariamente como una terapia al ser al aire libre y socializar e interactuar en ella con personas con retos similares, colaborando en actividades positivas con sus propias manos junto a su entorno y familia.
El proyecto ha conllevado la reducción de las consultas psiquiátricas y la formación para el empleo de 17 personas con enfermedad mental, de las que cinco ya tienen un empleo y cuatro a la espera de incorporarse a un puesto de trabajo. Esta iniciativa también ha supuesto la creación de un nuevo servicio sociosanitario en una zona rural, que dado su carácter itinerante ha contribuido a revertir procesos de aislamiento social de personas con enfermedad mental, al mismo tiempo que ha generado espacios seguros y de confianza.
El premio ha sido entregado esta mañana en Pamplona por la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo, Carmen Maeztu, y el presidente de la Fundación Tomás y Lydia Recari García, Miguel Echarri, en un acto en el que también han recibido ex aequo sendos accésit Adacen y Anfas. La primera, por su proyecto “Autonomía al cuadrado” para favorecer la movilidad de los brazos de las personas con daño cerebral adquirido que presentan hemiparesia con la adaptación de un exoesqueleto de uso industrial; y la segunda, por la iniciativa “Mi casa, vida en comunidad” diseñada para que personas con discapacidad intelectual con necesidad de apoyo generalizado en casi todas las áreas de su vida diaria puedan convivir en comunidad en una vivienda situada en el centro de Pamplona / Iruña.
La necesidad de la innovación en los servicios sociales
La consejera Maeztu, en su intervención, ha afirmado que “la innovación en los servicios sociales no es simplemente una opción, sino una necesidad”. En este sentido, ha expresado que “cuando hablamos de innovación, nos referimos a la implementación de tecnologías avanzadas, pero también a la búsqueda constante de soluciones más efectivas, eficientes, sostenibles, justas o transformadoras que mejoren la vida de todos y todas. Es una herramienta poderosa para avanzar hacia un futuro más justo e inclusivo y es el motor hacia el progreso”.
Respecto a las siete candidaturas presentadas este año a la convocatoria del premio, ha afirmado que son “la piedra angular de la innovación en los servicios sociales y demostráis día a día que Navarra es pionera en la búsqueda de soluciones para las necesidades actuales de la sociedad y, más concretamente de las personas en situación de vulnerabilidad o en riesgo de exclusión, porque son quienes se enfrentan a mayores dificultades y quienes más trabas y obstáculos se encuentran”.
En la apertura del acto también ha participado la consejera de Universidad, Innovación y Transformación Digital, Patricia Fanlo, quien ha resaltado la importancia de la innovación social, “reconociendo su impacto más allá de lo tecnológico”. Además, Fanlo ha destacado que las personas deben estar el centro de las políticas gubernamentales: “Estos premios contribuyen a poner el foco en la innovación social como palanca esencial para el desarrollo y la transformación de la sociedad navarra”. Por último, la consejera ha subrayado la “estrecha” colaboración entre su departamento y el de Derechos Sociales, “ambos comprometidos en mejorar la calidad de vida de las personas”, y ha agradecido a las propuestas presentadas por “abordar los desafíos actuales desde una perspectiva innovadora y social”.
Finalmente, en el marco de la entrega del galardón, la mediadora intercultural Fadhila Mammar ha ofrecido la ponencia “De la utópica visión a la innovación social”. Fadhila Mammar ha sido directora adjunta de los programas de cuarto mundo de la ONG Médicos del Mundo y coordinadora del Servicio de Mediación Social Intercultural de Madrid, formado por un equipo de 46 personas procedentes de 20 países.
Valoraciones del jurado
El jurado del cuarto Premio a la Innovación Social de los Servicios Sociales de Navarra ha destacado del proyecto “Campo de Colores” de AMIMET que plantea como eje “la propia socialización y engranaje entre las personas participantes y con la vecindad de su propio pueblo, trabajando en equipo y aportando a la comunidad”. También ha puesto el énfasis en el “impacto directo positivo en las personas destinatarias, con resultados concretos, como el acceso al empleo y la reducción de consultas psiquiátricas” y en el proceso de participación “donde la interacción en el grupo y con el vecindario, genera aprendizajes, recompensas y nuevo tejido social”.
Por su parte, respecto de la iniciativa “Autonomía al cuadrado” de Adacen, el jurado ha valorado que “atiende un problema pertinente de forma eficiente y con un equipo capacitado”. Asimismo, ha resaltado el empleo de “la innovación tecnológica para la rehabilitación funcional” y su “impacto positivo directo en las personas con daño cerebral adquirido y sus familias, focalizado en la mejora de la movilidad del hombro, lo que supone una mejora en la autoestima”.
En cuanto al proyecto “Mi casa, vida en comunidad” de Anfas, el jurado ha destacado su innovación para “intentar desarrollar otro sistema de vivienda y asistencial, transitando desde la institucionalización a la vivienda autónoma con apoyo comunitario y profesional. De hecho, ha remarcado que es una propuesta “innovadora y disruptiva” que “supone un cambio de paradigma de gran calado o, al menos, un intento de generarlo”.
El jurado ha estado presidido por el director general de Planificación, Coordinación, Innovación y Evaluación de Políticas Públicas, Luis Campos, y en él han participado también la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo, Carmen Maeztu; el vicepresidente de la Fundación Tomás y Lydia Recari García, Miguel Echarri; la directora general de Innovación, Agurtzane Martínez; la experta en mediación intercultural, Fadhila Mammar; y la jefa de la Sección de Innovación Pública y Proyectos Europeos, Itziar Herrero, quien ha actuado como secretaria, con voz pero sin voto.
En la edición de este año se han presentado siete proyectos de otras tantas entidades sociales.
El Premio a la Innovación Social
El Premio a la Innovación Social, dotado con 6.000 euros para el proyecto ganador y 1.000 para cada finalista, reconoce a las entidades que prestan servicios sociales en Navarra y hayan abordado algún reto con nuevos servicios, productos o modelos desarrollados en procesos participativos de innovación y transformación social. Es concedido por el Gobierno de Navarra y la Fundación Tomás y Lydia Recari García y reconoce proyectos que destacan por, entre otros aspectos, su innovación, impacto, cambio sistémico, participación y consistencia.
En ediciones anteriores de este galardón, han sido reconocidos un proyecto de la Fundación Caja Navarra de mejora de la atención sanitaria a las personas con discapacidad intelectual (2022), otro de la Asociación Eunate de realidad virtual para personas con prótesis auditivas (2021); y una iniciativa de la Fundación Koine-Aequalitas para detectar violencia de género entre jóvenes de 6 a 18 años en el ámbito educativo (2020).