El programa de cooperación internacional Ve, Participa y Cuéntanos 2023, implementado anualmente por el Instituto Navarro de la Juventud (INJ) y el Departamento de Derechos Sociales en colaboración con ONGDs navarras, posibilita que jóvenes de la Comunidad Foral de entre 20 y 30 años se desplacen a otros países para contribuir con su trabajo a comunidades vulneradas del Sur Global por un periodo de entre 3 y 12 meses. Las primeras en llegar a sus proyectos de destino llevan desde septiembre trabajando como cooperantes con el fin de contribuir al bienestar de la comunidad en la que se encuentran; con las últimas incorporaciones de noviembre, suman un total de doce participantes en el programa.
Las entidades de acogida desarrollan iniciativas sociales que se alinean con el derecho a la salud, la promoción de idiomas autóctonos, la protección y el cuidado de menores, el transporte de ayuda humanitaria, la autonomía económica, la igualdad de género y la prevención de violencias.
De esa forma, se busca que las personas participantes se sensibilicen acerca de la realidad de dichos contextos e integren el valor social de la solidaridad, así como el papel que puede desempeñar la cooperación al desarrollo. A su vez, pretende que ellas también favorezcan la sensibilización de terceras personas mediante la difusión de sus vivencias y percepciones, recogidas en la sección Cuéntanos de la página web del INJ.
Las ONGDs navarras con las que se ha generado el convenio de colaboración han sido las responsables de seleccionar a las personas participantes. Deben estar asociadas con una entidad en el lugar de destino y garantizar la provisión de alojamiento, manutención y condiciones mínimas de seguridad e higiene para desarrollar las actividades previstas. Esta edición ha contado con Leire Angulo, Noemí Ardana, Uxue Berruezo, Amaia Ibarrola, Ekhiñe Larrion, Irantzu López, Xabier López, Leyre Navarrete, Laura Panero, Ana Paula Reyna Farje y Brittany Vera. Próximamente se incorporará Sarai Malaguilla, que tiene por destino El Salvador.
Salud, igualdad de género, autonomía económica y soberanía alimentaria
Leire Angulo (27 años, Pamplona / Iruña) e Irantzu López (23 años, Pamplona) residen en el Hostal Bosque de Cinquera (El Salvador) desde el 8 de septiembre de este año. Ambas fueron escogidas por la ONG Colectivo El Salvador Elkartasuna para participar del trabajo, por un lado, de la Asociación de Reconstrucción y Desarrollo Municipal (ARDM), que está a cargo del hostal; por otro, de la Asociación Salvadoreña de Ayuda Humanitaria (PROVIDA), orientado a garantizar el derecho efectivo a la salud con perspectiva de género, medio ambiente y resiliencia al COVID-19 en cinco municipios pertenecientes a los departamentos Cabañas y Cuscatlán.
La pareja de navarras se ha comprometido con las entidades por un periodo de entre 8 y 10 meses. Desde entonces, Angulo cuenta que las actividades han sido diversas: “Hemos participado en jornadas de género con mujeres, jornadas de toma de citologías, en reuniones comunitarias donde se trató la problemática del agua y en un evento de entrega de capital semilla a mujeres emprendedoras”. López cuenta que también han podido disfrutar de ocio diverso, como noches de cine en la biblioteca de municipio Cinquera, bañarse en el río Quezalapa, visitar San Salvador y “conocer sus rincones más famosos”, así como una excursión al Ecoparque Las heliconias de Asturias.
Amaia Ibarrola (28 años, Ollacarizqueta / Ollakarizketa) y Leyre Navarrete (26 años, Pamplona) también han viajado a El Salvador, en este caso, para unirse desde el 10 de septiembre a la ONG salvadoreña CORDES, financiada por la entidad navarra ONAY. Si bien la organización de acogida posee diversos ámbitos de actuación, las jóvenes se han concentrado en contribuir al ODS 5, por la Igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, mediante la seguridad alimentaria y el empoderamiento en los municipios de Chiltiupán, La Libertad, Comasagua y Zaragoza, departamento de La Libertad. Ibarrola apunta que en el proyecto “se trabaja con mujeres pertenecientes a 4 asociaciones de las diferentes comunidades de la zona”, y han podido “visitar las comunidades, así como conocer a las mujeres beneficiarias del proyecto”. La estancia de Ibarrola será de seis meses y la de Navarrete, de cuatro.
Uxue Berruezo (21 años, Tafalla) y Ekhiñe Larrion (23 años, Pamplona), de la mano de la asociación navarra Sarean, Mujeres en red, se han unido a la actividad del Hogar Comunitario Yach 'Il Antzetic, ubicado en San Cristóbal de Las Casas, perteneciente al estado mexicano de Chiapas. La labor de la entidad cuenta con distintas líneas de actuación. Berruezo, que llegó un 17 de noviembre, se centra en la promoción y venta de productos artesanales de las mujeres indígenas madres solas en el territorio chiapaneco mediante la tienda comunitaria TRAMA (Trabajando el Arte Manual para el Autoempleo). “Ha sido una oportunidad increíble en la que he podido conocer distintas artesanas de todo el país, además de aprender sobre el valor de este tipo de producción y técnicas de venta”, apunta Berruezo.
Larrion, por su parte, aterrizada el 19 de septiembre, dos meses antes que su compañera, se dedica a la sensibilización para la prevención de las violencias en diferentes ámbitos del municipio. “El trabajo que hacen aquí es increíble, todo el equipo colabora y se esfuerza muchísimo para lograr los objetivos y poder cubrir las necesidades sociales existentes, demostrando una vez más que el ámbito comunitario es la clave para la trasformación social y la participación ciudadana”, sostiene. Tanto Berruezo como Larrion tienen previsto estar en el proyecto ocho meses.
Laura Panero (24 años, Pamplona) fue escogida por la Asociación Internacional de Ingeniería Sin Fronteras para adherirse al trabajo que realiza la entidad salvadoreña Acua (Asociación Comunitaria Unida por el Agua y la Agricultura). Su cometido se enfoca en el fortalecimiento de cooperativas agropecuarias y organizaciones de mujeres campesinas para la exigibilidad del Derecho Humano a la Alimentación y la soberanía alimentaria en El Salvador. La estancia de Panero, que aterrizó el 23 de noviembre, le ha permitido acudir a un encuentro internacional de varios días por la defensa del agua, ambiente y territorio, lo que ha incluido “compartir espacios y escuchar testimonios y luchas de diferentes organizaciones y personas defensoras del territorio, de bienes naturales y de derechos humanos”. Su estancia se extenderá cinco meses más.
Derechos lingüísticos, infancias dignas, prevención de violencias y ayuda humanitaria
Noemí Ardanaz (22 años, Pamplona) y Ana Paula Reyna Farje (26 años, Perú) son la tercera pareja de cooperantes destinadas a El Salvador, más concretamente a Sonsonate, y se incorporaron el 8 de septiembre a la Fundación por la Cultura y desarrollo Humano Amalia Chopín; ambas jóvenes permanecerán hasta diez meses. El colectivo El Salvador Elkartasuna fue quien las eligió para aportar al programa de inmersión lingüística temprana a la lengua Náhuat-pipil Cuna Náhuat para menores de 3 a 5 años, desarrollado por la entidad salvadoreña con sede en la ciudad de San Vicente.
Ardanaz señala la importancia de haber recibido formaciones sobre la cultura de los pueblos originarios de El Salvador y Derecho indígena para poder conocer “las necesidades de esta comunidad y aportar en el avance de las cunas Náhuat”. Farje comenta que han podido conocer las tres cunas ubicadas en Nahuizalco, Santa Catarina Masahuat y Santo Domingo de Guzmánde de la mano de Juliana Ama, líder indígena y coordinadora del Proyecto de la Cuna Nahuat. Asimismo, han participado “en el desfile de los niños por el día de la independencia, además de recibir una capacitación con las Nanzin de las Cunas”.
Xabier López (27 años, Villava / Atarrabia) participa desde el 4 de octubre del trabajo que lleva a cabo la Asociacion Mi Rancho - Tiluchi, ubicada en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). En Bolivia, la entidad desempeña un trabajo de campo en la calle para el fortalecimiento y la dinamización de redes de trabajo, además de contar con un lugar residencial y una casa de para los niños y niñas; en territorio español se dedica a la captación de recursos para sostener la iniciativa. López, quien finalizará su estadía tras seis meses, ha compartido que el primer mes lo ha dedicado a “conocer a los chicos del rancho, trabajar junto al equipo educativo en las labores diarias, aprender del funcionamiento de la asociación y empaparme de la cultura y las costumbres de Bolivia”.
Brittany Vera (22 años, Pamplona) es la única participante destinada a un territorio distinto a América Latina. Desde el 16 de septiembre se encuentra en los campamentos de población refugiada saharaui de Tinduf, en Argelia, apoyando el trabajo de la Asociación de Trabajadores y Técnicos sin Fronteras (ATTsF) desde el ámbito logístico. Tal y como Vera explica, su organización se encarga de “reparar los camiones que se utilizan para la distribución de ayuda humanitaria (comida, agua y bienes no alimentarios) a la población refugiada saharaui, en su base de transporte”. No obstante, su labor como cooperante se enmarca en un “proyecto de implantación de un sistema digital de planificación de recursos empresariales (ERP)”, explica la joven. Este consiste en la “digitalización de los almacenes que hay en la base de transporte”, con la finalidad de que favorezca “la trazabilidad de los procesos y dé paso a la planificación y optimización de recursos”, añade. Podrá colaborar en la iniciativa por diez meses.